Largo y frondoso es el curriculum vitae de Miguel Sánchez Montes de Oca, un enamorado de Iberoamérica. Por algo le ha concedido su Medalla de Oro la Cámara de Comercio, a la que está vinculado desde 1966.
Uno de sus primeros viajes a las antiguas colonias españolas fue a Argentina durante la presidencia de Perón, con el que desayunó una mañana a las siete. en compañía de autoridades sevillanas. Salió decepcionado del encuentro. En aquel tiempo al cantante y periodista argentino Atahualpa Yupanqui no le permitían cantar en su propio país composiciones como la que decía: “Hay una cosa en la vida más importante que Dios: y es que nadie escupa sangre, pa' que otro viva mejor”
Miguel volvió a Buenos Aires, en esta ocasión con Guadalupe Ruiz Giménez para interesarse por los desaparecidos y desaparecidas. Tuvieron valor porque en Argentina mandaba entonces la Junta Militar. Los dos se entrevistaron con el general más despiadado como lo demuestra la respuesta que les dio: “¿Por qué me preguntan por las desaparecidas cuando todos los prostíbulos del mundo están llenos de argentinas”
