jueves, 16 de enero de 2020

Los invitados a la boda cantaban y el burro rebuznaba

La primera vez que detuvieron al recordado José Hormigo era un niño. Tenía nueve años. Así me lo contó: “Aquel día mi abuelo, que trabajaba en el cortijo del Conejo Esnucao, me mandó que llevara al burro que traía al pilar para darle de beber. Al pasar por la plaza de la iglesia vi que se acababa de celebrar una boda. Se había casado un Guardia Civil y los invitados cantaban con el brazo en alto el “Cara al sol”. El borrico se paró y comenzó a rebuznar. Yo no lo podía callar. Así que vinieron dos guardias civiles que asistían a la ceremonia y me llevaron al cuartel".
-¿Y el burro?
-También venía. Cuando llegué al cuartel, uno me dio tres cogotazos y otro me amenazaba con un vergajo mientras yo les contaba llorando que no era culpa mía sino del animal. Me preguntaron de quién era el borrico. Yo les dije que al dueño le decían Conejo Esnuca. Rápidamente me soltaron. (Era un terrateniente).