Personaje para el periodista
Manuel del Arco era todo ser humano que fuera sincero al hablar y
tuviera algo que decir. Durante 26 años hizo una entrevista diaria. En
cierta ocasión incumplió el lema que presidía su quehacer profesional
“no mentir jamás”. Se inventó una entrevista con un personaje ruso
imaginario que trajo de cabeza a más de una Embajada europea. Ocurrió
un 28 de diciembre.
Las entrevistas de este periodista aragonés que
trabajaba en La Vanguardia tenían el son que le daban los
interlocutores. Él ponía el respeto para el lector y la lealtad para los
entrevistados.
Estaba enfermo y presentía su final porque al preguntarle si había entrevistado a alguien en sueños dijo: A Dios todavía no…
(En la foto aparece Manuel del Arco a la izquierda de Salvador Dalí)