lunes, 5 de junio de 2017

Por Bulerías


No sé quién vivirá en el número 52 de la calle Zabalza Tajonar, de El Pedroso. Cuando vivía su dueño, José Miguel Pérez Ortiz, forzaron la puerta y se llevaron un puñal de “El tempranillo” que él había comprado a la viuda del presidente de la Audiencia de Sevilla Manuel Badía. Me juró por las cenizas de su progenitora que no mentía. Y en honor de ella dijo:

“Cuando mi madre murió,
no fue mi madre la muerta;
el muerto fui yo”.

Había ganado mucho dinero en Madrid, en el Tiro de Pichón, cosa que no le impedía bromear con la justicia:

“Si algún día vas a la Audiencia,
por cualquier jechuría
y ar que está en la presiensia, 
le bailas por bulerías,
acabas con la sentensia.”