viernes, 7 de abril de 2017

La Música del Olvido

El último organista seglar que tuvo la catedral de Sevilla se apellidaba Mariani. Obtuvo ese puesto por oposición, siendo muy joven. Veraneaba en Dos Hermanas. Allí compró una huerta a la que puso el nombre de “Nuestra Señora del Reposo” porque era muy devoto de esta Virgen. La huerta tenía a la entrada dos imponentes leones de barro que, durante el invierno, padecían agresiones de chavales del pueblo. Esto dejó de suceder cuando al dueño se le ocurrió pintar del color del bronce a los animales. La apariencia los engañó.
Su hijo Emigdio fue uno de los cuatro fundadores del Conservatorio de Música de la capital hispalense, donde era titular de la cátedra de Armonía. Fue compositor. Aquí abajo le dio tiempo de escuchar el concierto del olvido. Murió esperando lo que a todo buen cristiano aguarda.