Entran deseos de sentarse en una de las dos sillas de
nogal casi envejecido, con asientos de enea, que ha pintado María Reyes
S. Fransesch. Simbolizan la espera en este mundo de tantas prisas y de
escasas esperanzas.
Estas sillas de nogal casi envejecido, con
asientos de enea, están hechas con suaves pinceladas para no lastimar
el lienzo. Hacen pensar en la necesidad de calma que tiene el ser
humano en tiempos como los de ahora, llenos de inseguridad y riesgos.
La
pintora ha sabido dar a su obra un clima emocional al resumir en estos
dos sencillos objetos las ambiguas sensaciones de la espera.
Hay que mirar dos veces el cuadro porque la autora lleva al realismo tan lejos que parece una fotografía.
