José Ysmér nació por casualidad en
Palencia en 1931. Su infancia, adolescencia y juventud transcurrieron
en Granada, donde las horas son más largas y sabrosas que en ninguna
otra ciudad de España, según dijo un poeta de la tierra. Vivía en la
Calle del Águila, número 18. Tenía cinco años cuando una madrugada
varios guardias civiles se llevaron detenido a su padre para darle el
paseillo, es decir, para fusilarle, porque durante la República
había sido secretario del Sindicato Nacional de Artes Gráficas. Este
colectivo, durante la guerra civil, colaboró en el intento de parar el
golpe militar del 18 de julio con los carteles que tan artísticamente
elaboraban.
-¿Qué ocurrió después?
-Mi padre se salvó porque
cuando le registraron encontraron en su cartera una fotografía de mis
abuelos. Uno era militar de alta graduación y el otro aparecía en la
foto con el uniforme de Jefe Provincial de Correos, cargo que
desempeñaba en Burgos, que era zona nacional. Llegó a ser director
general.
-¿Y tu madre?
-Lo pasó muy mal aquella madrugada. Se llevó un gran susto. Murió al poco tiempo por esta desgraciada circunstancia.
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José
Ysmér imparte clases una vez a la semana en la Agrupación Española de
Acuarelistas, donde por las tardes se ocupa de la revista “Acuarelia”
que él dirige. La dirección incluye hasta el ensobrado de los 600
ejemplares que envía a Hispanoamérica y Europa. Por las mañanas pinta
en su casa, donde guarda cuatro mil acuarelas. Sus cuadros se han
admirado en Seúl, Iberoamérica. Ha pintado en Ámsterdam, Marruecos,
Finlandia, Canadá, Venecia…
Pregunto a José Ysmér si ha pintado en
Fuente Vaqueros. Responde que no. Hizo algunas acuarelas en 1952 por la
Vega de Granada. García Lorca se acordaría de Venecia cuando escribió
que en Granada solo reman los suspiros..
-¿Vives de la acuarela?
-No.
-¿Para la acuarela?
-Sí.