El exministro de Franco
José Utrera Molina ya considera preparado a su yerno Alberto Ruiz
Gallardón para presidir el gobierno de España. Antes de que eso llegue
conviene recordar que cuando era gobernador civil de Sevilla sus
colaboradores le subrayaban con lápiz rojo aquellas noticias aparecidas
en la prensa, relacionadas con su gestión y con el orden público. Así
que casi siempre tenía a mano un enfado. Veamos.
Se sintió ofendido
cuando un periódico local publicó una foto en la que se apreciaba una
larga cola de personas, al amanecer, en la puerta del Colegio Nacional
"Victoria Díez". Eran padres que querían conseguir plaza escolar para
sus hijos. Habían pasado allí toda la noche.
En otra ocasión, el
abogado Adolfo Cuéllar le solicitó audiencia para interesarse por una
persona que se encontraba detenida. Cuando le manifestó que se trataba
de Eduardo Saborido, el gobernador le dijo:
-No comprendo que un abogado tenga la osadía de venir a mi despacho oficial a interesarse por la libertad de un rojo.
Tenía
mano dura con los que organizaban y participaban en los desórdenes
estudiantiles, como demuestran las sanciones que impuso a los que
durante los días 27, 28 y 29 de marzo de 1968 “alteraron la paz
pública” en distintos puntos de Sevilla. Multó con 50.000 pesetas a
Camilo Tejera Rodríguez, estudiante y vecino de Camas, a quien
consideraba instigador de dichos incidentes. Y multas de 20.000 pesetas
a treinta y ocho estudiantes por su participación destacada en los
desórdenes.