miércoles, 9 de octubre de 2013

Manuel Melado comenzó a tabajar a los once años

Con la idea de que lo negara,  si era el caso,  pregunté al escritor Manuel Melado si las novelas eróticas que él ha publicado son más bien videos artesanales cargados de pornografía. No esperaba que me diera por respuesta  un manual de instrucciones para manejar sus obras:
-Mis novelas eróticas hay que leerlas con una sola mano.
-¿Es verdad que la mujer tuvo el talento de dejarse llamar sexo débil?
-La mujer adopta la postura de débil y con ello se hace fuerte.
-¿Por qué sólo has sido peluquero de caballeros?
-Porque no quería  ir a la escuela.
Melado, que es también poeta, ha publicado quince libros. No había cumplido once años  cuando comenzó a trabajar. No en una biblioteca sino en la peluquería que su padre tenía en el barrio de San Julián y allí comenzó a ejercer la profesión de peluquero-barbero. Así durante sesenta y dos años. Y al llegar el día en que advirtió que se le caía el pelo más de la cuenta, enseguida encontró solución: compró un buen peluquín para proteger sus ideas. Asegura que le brotaban más rejuvenecidas.
-¿Cómo se  han portado contigo las editoriales que te han publicado libros?
-“Giralda” me editó “De la sangre a la sonrisa”. No hice contrato y no cogí un duro. En “R. Editores” firmé cuatro libros y cogí menos. “Jirones de azul” lanzó mi primera novela erótica y se cumplió el objetivo. “Guadalturia” publicó “Me mató una solea” y “El barbero de Sevilla”. Con lo que me proporcionaron los dos libros pude comprar media docena de tortas de aceite.
-¿Cuál de las muchas “sevillanas” que has creado te conduce a la tristeza?
-Ninguna, todas son un canto a la esperanza.
-¿A la alegría?
-"A Bailar A Bailar" ”Que no nos falte de na” y todas  las de feria.
-¿Me puedes anticipar  algo de tu próxima obra?
-Verá la luz en primavera. Es una selección de sevillanas mías y algunas ocurrencias. Entre ellas,  cuento que un amigo mío muy bromista  estaba interesado en saber cómo se escribía la palabra clítoris, si con c o con k. Le respondí: Si me lo llegas a preguntar hace una hora, lo tenía en la punta de la lengua.
Melado no habla idiomas. Fue animador del Betis durante diecisiete temporadas.