viernes, 9 de septiembre de 2011

Profesor Navarrete. Y (3). En Roma le estafaron hasta unas monjitas

Vivió momentos pocos relajantes el profesor José María Navarrete cuando defendió su tesis doctoral sobre “El delito del aborto”. Hubo cierta polémica en el tribunal al proponer el doctorando las practicas anticonceptivas como solución al aborto. En el transcurso del acto salió a relucir una persona que en cierta medida tuvo que ver con la tesis doctoral. El presidente del tribunal, don Eugenio Cuello Calón, dijo al profesor Navarrete: “Veo aquí escrito en la tesis un término que espero me explique el doctorando. Me refiero a "aborto doloroso". El le contestó: “Señor presidente, eso debe ser una aportación de la experiencia personal de la mecanógrafa a mi tesis”.
La joven que le pasó a máquina  el trabajo no salió muy bien parada. Es cierto que el doctorando se lució, estuvo ocurrente. Ella, como no sabía nada de derecho, había escrito  por su cuenta  “aborto doloroso” en vez de “aborto doloso”.

─¿Cuánto tiempo estuvo usted en Alemania?
─Me llevé 5 años seguidos allí, sin venir a España. Un día llegué a estar de los alemanes tan  hasta la coronilla que hice una escapada a Roma.
─¿En busca de italianas?
─En busca de la romanidad, de la latinidad, pero terminé en una residencia de frailes alemanes, que fueron los únicos que no me robaron en Roma, porque allí me estafaron hasta unas monjitas de San Pedro que me vendieron un rosario carísimo. Pero, a pesar de eso, sigo bebiendo güisqui del Vaticano.
─¿Qué monseñor  se lo trae?
─Ninguno. Es que yo llamo así al "Vat 69", al que sigo siendo muy fiel. Lo probé por primera vez  en 1945 en Tánger, con mi padre. Entonces esa bebida sólo se veía en España en las películas.
─¿Malos tragos?
─Muchos en mi vida. Y el peor, el de la ingratitud.
Don José María Navarrete llegó por vez primera a Sevilla un caluroso 5 de agosto, festividad de la Virgen de las Nieves.