La muchacha extremeña que bebió lejía, porque un muchacho extremeño le levantó las faldas y le metió un demonio en el cuerpo, representaba la muerte para Manuel Vázquez Montalbán. Y también representaban la muerte un niño de Biaural y un hombre vietnamita.
Así pensaba el escritor catalán en 1970 cuando vino a La Feria del Libro de Sevilla a firmar, sobre todo, ejemplares de su “Manifiesto Subnormal”. La ingenuidad de una de mis preguntas le puso en relativo apuro: ¿Morirá de vieja la democracia norteamericana? “Yo creo que ya está vieja. Se puede decir que la democracia es insuficiente allí, lo que pasa es que da un poco de rubor decirlo desde aquí”, respondió.
Lo volví a ver en los Reales Alcázares, poco después de los atentados contra las Torres Gemelas. Presentó el libro de conversaciones del ex presidente de Gobierno Felipe González y de José Luís Cebrián, ex director de El País, titulado “El futuro no es lo que era”, frase de José María Sanguinetti, ex presidente de Uruguay.
Mucho “ex “en tan pocas líneas.
Así pensaba el escritor catalán en 1970 cuando vino a La Feria del Libro de Sevilla a firmar, sobre todo, ejemplares de su “Manifiesto Subnormal”. La ingenuidad de una de mis preguntas le puso en relativo apuro: ¿Morirá de vieja la democracia norteamericana? “Yo creo que ya está vieja. Se puede decir que la democracia es insuficiente allí, lo que pasa es que da un poco de rubor decirlo desde aquí”, respondió.
Lo volví a ver en los Reales Alcázares, poco después de los atentados contra las Torres Gemelas. Presentó el libro de conversaciones del ex presidente de Gobierno Felipe González y de José Luís Cebrián, ex director de El País, titulado “El futuro no es lo que era”, frase de José María Sanguinetti, ex presidente de Uruguay.
Mucho “ex “en tan pocas líneas.
Asistieron al acto los autores del libro.
“Estos vienen a por todos” afirmó Felipe.
“Llega la globalización del terror” aseguró Cebrián.
Uno y otro se referían a la organización terrorista Al Qaeda, impresionados por el atentado a las Torres Gemelas. Ninguno de los dos conocía a algún etarra que estuviese dispuesto a matarse para matar.
Terminado el acto, enseñé a Amparo Rubiales, vicepresidenta de la Mesa del Congreso de los Diputados, un pequeño libro. “Espérame” dijo y la vi. buscando a alguien entre tanta gente que había acudido a la presentación de la obra de González y Cebrián. Venía con Vázquez Montalbán.
-Mira, Manolo lo que te han traído, comentó al escritor.
-Eso es un incunable, exclamó el autor de “Manifiesto subnormal” y añadió:
-Estoy de acuerdo con la dedicatoria que te escribí hace tantos años. Sigo pensando que el helicóptero es el invento menos simpático de la Humanidad por el uso que de él han hecho los norteamericanos en Vietnam y ahora en la guerra de Irak.
-¿Cómo nos llevamos los españoles?
-Hemos pasado de un amor al prójimo por decreto divino al puro canibalismo individualista y lobuno.
-¿Te sientes normal?
-Soy un subnormal, condicionado por la subnormalidad de los demás.
Amparo Rubiales no lo oyó. La rescataron Felipe y Cebrián.