Conocí a
Jorge Cela Trulok el año que su hermano Camilo José publicó “Oficio de
tinieblas”. El que sería Premio Nóbel ya había logrado introducir el
vocablo coño en el Diccionario de la Real Academia Española, según
comenta su último secretario Sánchez Salas.
Jorge Cela Trulok, licenciado en Ciencias de la Información, era autor ya de ocho novelas. Me acuerdo de dos: de “Blanquito peón de brega” y de “Compota de adelfas”.
-¿Te pareces a tu hermano?
-En lo físico es innegable que me parezco mucho.
-Exageras un poco.
-Excepto en la diferencia de kilos, que me lleva veinte, y de estatura que me gana quince centímetros.
-¿En otras cosas?
-Es como más señorito en el buen sentido de la palabra.
-¿En qué confía más él?
-En que en la posteridad, una vez muerto el individuo, sea importante.
Jorge Cela Trulok, licenciado en Ciencias de la Información, era autor ya de ocho novelas. Me acuerdo de dos: de “Blanquito peón de brega” y de “Compota de adelfas”.
-¿Te pareces a tu hermano?
-En lo físico es innegable que me parezco mucho.
-Exageras un poco.
-Excepto en la diferencia de kilos, que me lleva veinte, y de estatura que me gana quince centímetros.
-¿En otras cosas?
-Es como más señorito en el buen sentido de la palabra.
-¿En qué confía más él?
-En que en la posteridad, una vez muerto el individuo, sea importante.
-Dicen que el tiempo, en vida, arruga la piel, pero en muerte alisa el carácter.
Faltaban
años para que se produjera el siguiente diálogo entre el presidente del
Senado Antonio Fontan y Camilo José Cela que era senador por
designación real. “El señor Cela está dormido.” “No, señor presidente,
estaba durmiendo”. “¿Acaso no es lo mismo? “No, señor presidente, como
tampoco lo es estar jodido que jodiendo”.
-Elige dos obras de tu hermano.
-“Mrs.Cadwel habla con su hijo” y “Oficio de tinieblas”.
-¿Coincidiría él con esta selección?
-Creo
que no. El escritor nunca es igual crítico de su obra que el lector. Y
además el escritor tiene sus preferencias como los padres: se inclinan
por los hijos más débiles o menos agraciados.
-¿Te lee?
-Sí.
Sigue muy puntualmente mi producción literaria y si yo tardo cuarenta
y ocho horas en enviarle mi último libro, me llama por teléfono y me
dice que soy un bandido.
-¿Tu eres más respetuoso con él?
-Me
resulta difícil no serlo, no ya por respeto que podría tenerle como
hermano menor, sino por el respeto que le debo hoy como padre de las
letras españolas.
-¿Es muy gallego él?
-Sí.
-¿En qué se nota?
-En que nunca se pronuncia.
-¿Te refieres a la política?
-Políticamente
es un viejo liberal. O quizás, por no señalar demasiado la edad que
tiene, mejor sería decir que es un liberal a lo viejo.