Vestía uniforme del Ejército del Aire. Para que llegara a tiempo al cuartel, la conversación tenía que ser casi telegráfica. En Mieres del Camino, su pueblo, seguían cerrando minas. Abrimos la conversación, sin sospechar la franqueza de su primera respuesta. Le pregunté por sus discos y dijo:.
-Me gustan mucho "El cobarde", "El tren de madera" y "La romería", que es un canto a la sidra. Tengo otros tres de los que no quiero acordarme.
Se refería, sobre todo, a la canción “Un gran hombre”, dedicada a Franco.
─¿Qué da tu tierra a tus canciones?
─Nostalgia, pureza, sencillez, resignación. Como ves, no son frutos muy dulces.
-¿Tus temas?
─Hablo de mendigos, de guerra, de trenes. Son temas muy humanos, simples, sin ninguna complicación. De esta manera llegan a todo el mundo.
─¿Con quiénes has recorrido los mismos caminos?
─Con Mari Trini y Valen. Los tres tenemos una manera de pensar bastante análoga. Tenemos en proyecto ir los domingos por las barriadas de los trabajadores para ofrecerles recitales en su propio ambiente, ya que ellos no pueden pagar la entrada para vernos en una sala de fiestas.
-Me gustan mucho "El cobarde", "El tren de madera" y "La romería", que es un canto a la sidra. Tengo otros tres de los que no quiero acordarme.
Se refería, sobre todo, a la canción “Un gran hombre”, dedicada a Franco.
─¿Qué da tu tierra a tus canciones?
─Nostalgia, pureza, sencillez, resignación. Como ves, no son frutos muy dulces.
-¿Tus temas?
─Hablo de mendigos, de guerra, de trenes. Son temas muy humanos, simples, sin ninguna complicación. De esta manera llegan a todo el mundo.
─¿Con quiénes has recorrido los mismos caminos?
─Con Mari Trini y Valen. Los tres tenemos una manera de pensar bastante análoga. Tenemos en proyecto ir los domingos por las barriadas de los trabajadores para ofrecerles recitales en su propio ambiente, ya que ellos no pueden pagar la entrada para vernos en una sala de fiestas.
─¿Confías?
─En la juventud, porque hay que creer en algo; de lo contrario se tiraría uno por la primera ventana que encontrase.
-¡No eres optimista!
─Reconozco que soy bastante derrotista, porque conforme pasa el tiempo voy comprendiendo que son muy pocas las cosas por las que uno debe luchar.
-¿Cuáles son esas pocas cosas?
-Mi familia, que es una típica familia de mineros; mi tierra y los problemas de los trabajadores.
─¡Casi un programa político!
-Yo detesto la política. Pero creo que los problemas sociales se arreglarían más fácilmente si la gente que intenta eliminarlos fuera limpia. Entonces no veo al político, sino al hombre de buena voluntad.
─¿Se puede arreglar el mundo con una canción?
─La canción no arregla nada, y mucho menos mientras la gente no se dé cuenta de que hay una canción más importante y más sana que el "te quiero" de siempre. Lo ideal sería que nos empujase hacia una vida más comprometida
─¿Qué me dices de Serrat?
─Tiene una gran calidad. Me gustaba más antes. Sus canciones actuales carecen de aquella pureza que tenía en "Canción de matinada". Ahora parece que se dedica a componer canciones para quinceañeras.
-Te alegrarás de algo…
─De considerarme muy sincero.
─¿Te reporta mucho la sinceridad?
─A los veintiún años que tengo puedo decir que la sinceridad me ha proporcionado ya muchos disgustos. Pero esto no me preocupa porque sé que cuando soy sincero obro bien
─¿Es tu sencillez un truco publicitario?
─Mi sencillez es natural, Cuando salgo al escenario llevo una guitarra en las manos y sin efectismos de ninguna clase.
─¿Decidido?
─Tengo muchas dudas, tanto en las cosas más simples como en las más complicadas.
─¿Por ejemplo?
─Yo quisiera saber por qué estoy aquí, por qué lucho, para qué hago las cosas que hago.