domingo, 13 de marzo de 2011

Fumar en pipa

-¿Vas de prota?, Rafael.
-Somos una candidatura colectiva, un verdadero equipo, sin protagonistas; simplemente, compañeros entregados a un proyecto.
-¿A cambio de qué?
-A cambio de nada, porque creemos en lo que defendemos y en este maravilloso oficio del periodismo
Rafael Rodríguez Guerrero cargó la pipa, prensó el tabaco sin lastimarlo y antes de que encendiera el mechero, este fumador pasivo le pregunta:
-¿Cuál es el argumento de tu candidatura?
-El compromiso y la total entrega, real y honesta, de un grupo de personas, con credibilidad y experiencia.
-¿A qué estás dispuesto?,
-Estamos dispuestos a meternos en todos los charcos para hacer frente a la situación de crisis económica y profesional que vive este oficio del periodismo, con un ambicioso y novedoso proyecto de propuestas y soluciones profesionales.
-¿Convencido?
- Estoy convencido de que, sin exclusiones, con la participación de todos y todas, lograremos los resultados deseados.
-¿Fumar en pipa tiene emociones asociadas?
-A mí, sobre todo, me aporta serenidad interna (es mi particular chupete). También me produce placer, libertad, evasión...
-¿Buena compañera?
-Es compañera ideal e inseparable en el trabajo, con los amigos, en una buena conversación, en un paseo… Fumo en pipa, y sólo en pipa.
-¿Desde cuándo?
-Desde que tenía 17 años, algo raro en una persona de esa edad… Si no fuera porque fumar es malo y puede matar, invitaría a todos a que probaran el sabor de una pipa.
-¿Qué esperas de la directiva que resulte elegida el 14 de abril?
-Si somos nosotros –que lo seremos-, que no fallemos y que no defraudemos a nadie, ni a los que inicialmente apoyan nuestra propuesta ni a los compañeros que esperamos que se incorporen al proyecto, porque es de todos. Los compromisos hay que cumplirlos.

-¿Y si es otra directiva?

-Le pido que haga una gestión profesional y que luche hasta la saciedad por la defensa de los periodistas y del periodismo, porque esa es la razón de ser de la Asociación.

-Después de todo, perder un cargo, retributivo sólo emocionalmente, o no conseguir algo que anhelamos no es una tragedia… La vida seguirá siendo hermosa hasta cierto punto.