domingo, 12 de diciembre de 2021

Ternura en el Vaticano

La Primera ministra de Israel Golda Meir. cuando se dirigía al despacho de Pablo VI, se sinceró con el cardenal que la acompañaba: “No sé cómo seré recibida por el Papa. Soy una pobre anciana, hija de un carpintero.” “No tenga miedo. El oficio de carpintero es muy bien visto en este lugar”, le contestó. Durante la audiencia el Papa se extrañó de que el pueblo judío, siempre dócil y pacífico, fuera bastante firme y decidido desde que tiene su propio país. La hija del carpintero le dijo: Cuando fuimos compasivos y débiles y no teníamos dónde vivir nos condujeron a las cámaras de gas. En la foto, entre las manos de Yolanda Díaz la del Papa Francisco. Un gesto de la vicepresidenta lleno de ternura. La mano es la herramienta del alma, su mensaje, dice Miguel Hernández. La política gallega se acordaría de la advertencia de su paisana Rosalía de Castro: “No subas tan alto, pensamiento loco, que el que más alto sube más hondo cae”.