Manuel Clavero como catedrático de Universidad estaba acostumbrado a hablar ante gente joven, como abogado, ante magistrados solemnes y como parlamentario ante adversarios sabiendo que no les iba a convencer. Aquella tarde era la primera vez que se dirigía ante un auditorio tan especial. Todo salió bien porque él habló a los 300 presos como si se dirigiera a miembros de una sociedad libre. (Foto ABC de Sevilla)