miércoles, 9 de septiembre de 2020

El roce


Aún no había escrito que la carne contra la carne produce un perfume y que el roce de las palabras engendra sufrimiento. No lo había escrito porque Anais Nin lo estaba pasando mal económicamente y se dedicaba a redactar cuentos eróticos expresamente para un coleccionista de libros voluptuosos. Es probable que el hombre, que era buen pagador, hubiese pedido a Anais Nin que fuese más expresiva porque se iba apagando su fuego cuando leía sus narraciones. 

Consta que Anais Nin comunicó al coleccionista que el sexo pierde todo su poder y se vuelve aburrido cuando se hace explícito, exagerado y cuando se convierte en una obsesión maquinal. La escritora norteamericana, nacida en Paris, murió de cáncer a los 74 años en Los Ángeles. Dejó sus diarios íntimos, muy íntimos.