Dónde se serenó más tu alma, dije a Ezequiel Martinez.
-En la India. Allí dos hindúes nos llevaron Ganges arriba recorriendo los crematorios. Los barqueros nos retaron a arrojarnos al río donde tiran a sus muertos. Me descalcé y me tiré. Aquella inmersión en el Ganges me produjo una gran serenidad y una calma interiores que aún conservo.
(Ezequiel había publicado “Odisea del Viajero” después de haber callejeado por México, Dublín. Sicilia, Creta, Noruega…)