Cuando el periodista de El Toboso Ángel Gómez Fuentes fue
presentado a Juan Pablo II como nuevo corresponsal de Televisión
Española ante el Vaticano, el papa le dijo que “España era un país muy
especial porque primero le envió una rosa, después una paloma y ahora
un ángel”.
El pontífice se refería a Rosa María Calaf y a Paloma Gómez Borrero, periodistas que le habían precedido en la corresponsalía.
Un incansable depredador ha impedido, en muy poco tiempo, el vuelo de una paloma que siempre portaba buenos mensajes.