viernes, 10 de febrero de 2017

Avenida de Hytasa 14


Salvador Távora está aprendiendo constantemente a vivir.  Le ayuda en esta difícil tarea el teatro. Gracias al teatro conoce las reacciones que provocan en los demás sus espectáculos. Después él las confronta con sus sentimientos, que son muy espontáneos. 
Por “Quejío” no pasan los años.  Esta obra  es un llamamiento a la unidad tan necesaria hoy día. Cuando en 1973  se representó “Quejío” en Méjico, al día siguiente los periódicos de derecha dijeron “que el público se marchó porque no entendió  la obra”. ¿Y que afirmó la prensa de izquierda? “Que los espectadores se marcharon porque la entendieron perfectamente”.
Las tres funciones siguientes se abarrotaron por los hijos de los que se habían marchado, a pesar de que asistían poco al teatro por considerarlo un producto burgués.
El día que Salvador, con catorce años recién cumplidos, entró, como aprendiz, en la fábrica de “Hytasa”, en el taller mecánico, se encontró con una especie de ciudad con cuatro muros que le hizo sentir que entraba en algo que no tenía salida.
(De una de mis largas  conversaciones  con Távora).
El próximo día 15 se estrena “Quejío” a las ocho y media  en la Avenida de Hytasa 14. A ver que dicen, al día siguiente , los medios de comunicación,  tanto los zurdos como los diestros.