Bartolomé Clavero fue
amigo del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y
Valiente, asesinado por ETA en 1996 en su despacho de la Universidad
Autónoma de Madrid cuando hablaba por teléfono con un compañero que
escuchó los disparos. En las líneas que siguen no se alude a Tomás y
Valiente. ¿Para qué aumentar el dolor del catedrático de la Universidad
de Sevilla Batolomé Clavero Salvador con quien conversé?
-¿Lo primero que pensó cuando el último comunicado de ETA?
-Antes de pensar, sentí, y lo que sentí fue repugnancia, repugnancia por la repetición del ceremonial macabro y repugnancia ante la nueva manifestación de orgullo por la sangre derramada y el sufrimiento producido.
-¿Y a continuación?
-Sentí alivio, alivio porque parece firme la apuesta por no utilizar las armas que guardan.
-¿Le llegó la alegría?
-Alegría no sentí.
-¿Preocupado?
-Si pienso, también siento, pues me embarga la preocupación de que llega el momento de afrontar problemas que han venido eludiéndose.
-¿Lo primero que pensó cuando el último comunicado de ETA?
-Antes de pensar, sentí, y lo que sentí fue repugnancia, repugnancia por la repetición del ceremonial macabro y repugnancia ante la nueva manifestación de orgullo por la sangre derramada y el sufrimiento producido.
-¿Y a continuación?
-Sentí alivio, alivio porque parece firme la apuesta por no utilizar las armas que guardan.
-¿Le llegó la alegría?
-Alegría no sentí.
-¿Preocupado?
-Si pienso, también siento, pues me embarga la preocupación de que llega el momento de afrontar problemas que han venido eludiéndose.
-¿A cuáles se refiere?
-A
los del acomodo más adecuado del País Vasco en España y en Europa si
no hubiere que considerar otras posibilidades si se formase una mayoría
cualificada por la independencia neta. Son problemas que se debían
haber afrontado independientemente de la criminalidad etarra, cuya
presión proseguirá por otros medios.
-¿Cómo serán?
-Ya no
frontalmente criminales y con banderas como el de una amnistia que
saben impensable ni siquiera a corto plazo, aunque ejerciesen la sana
hipocresía de mostrar arrepentimiento y pedir perdón por tanta muerte y
tanto sufrimiento.
-¿Qué harían por las víctimas?
-El gesto de
restituir el botín de las extorsiones que les quede a fin de satisfacer
responsabilidades pendientes y de contribuir al resarcimiento de las
víctimas no lo tienen sobre la mesa.
-Es pesimista la lectura que hace usted del fin del terrorismo de ETA.
-Es que no parece que vaya a desaparecer ni la organización ni la mentalidad de matriz etarra.
-¿Ante esto qué debe hacerse?
-Debe
tomarse la iniciativa en el terreno que importa, el de la reforma a
fondo de la autonomía vasca, pero temo que la incapacidad de los dos
partidos mayoritarios para llegar a acuerdos al respecto entre sí y con
el nacionalismo democrático vasco, está dejando ya esa iniciativa en
manos de la presión postetarra.
-¿El tema de los presos?
-En
comparación con lo anterior, la cuestión de los presos me parece
secundaria. Habrá previsiblemente medidas de regularización del régimen
penitenciario de quienes hayan recibido condenas o vayan a recibirlas
en procesos pendientes por delitos de sangre, así como también de
gracia para condenas menores.
-¿Qué le pareció la conferencia internacional que precedió al comunicado?
-Ha
sido una triste pantomima. Le ha regalado argumentos e insuflado ánimos
a una ETA derrotada y, así, a dicha presión postetarra.