Abrió el balcón del
hotel donde se hospedaba y vio un río ocho veces más ancho que el
Guadalquivir. Era el río Guayas. En aquel momento el doctor Rodríguez
Sacristán, catedrático de Psiquiatría Infantil de la Universidad de
Sevilla, se acordó del poeta Amado Nervo: “Mis ojos se han vuelto
claros de tanto mirar al mar, de tanto verlo en mi vida…” El doctor se
encontraba en Ecuador para impartir un curso sobre Deficiencia Mental,
como experto de la UNESCO. Tuvo tiempo de ver a Dios en América
haciendo el viaje más bello que puede hacer el ser humano: recorrió el
camino de los volcanes, de cerca de 7.000 metros de altura. Camino que
pasa por los Andes y está entre Quito y Guayaquil. Es una naturaleza
preciosa pero muy dura para los indios que viven allí.
-¿A quiénes le recuerdan estos indios?
-Ellos, que constituyen una muestra humana impresionante, en la que también se ve a Dios, tienen, en cierto modo, el sentido trágico del andaluz. Lo de Machado: “Alegre es la tristeza y triste es el vino”.
-¿A quiénes le recuerdan estos indios?
-Ellos, que constituyen una muestra humana impresionante, en la que también se ve a Dios, tienen, en cierto modo, el sentido trágico del andaluz. Lo de Machado: “Alegre es la tristeza y triste es el vino”.
-¿Están marginados?
-Por el mestizo y por el blanco. Y ya han perdido lo principal: una cultura y una filosofía de miles de años.
-¿Cómo mantienen el tipo?
-A base de sustancias que le sostienen anímicamente para aguantar el hambre y el frío: coca y alcohol.
-¿Le parece bien que tomemos una cerveza y me cuenta dónde ha vivido usted?
-A
los seis meses de nacer en un pueblo de Málaga, donde mi padre era
maestro, me trajeron a Sevilla, a una casa de la Ciudad Jardín. Siempre
he vivido en casas con jardín. Tan sólo viví siete años en la calle
Baños, sin jardín, y me parece que son siete años de mi vida en
blanco.
-¿Identificado con el mundo de las cofradías?
-Sólo
salí una vez de nazareno. Supongo que decir esto es poco sevillano y
hasta me lo pueden recriminar. Habitualmente no me encuentro
identificado. Comprendo que sincerarse así es un pecado mortal en
Sevilla.
-¿Se fía de los políticos?
-Ni un pelo. Me parecen un mal obligatorio. Los políticos casi siempre se corrompen cuando se encaraman al poder.
-¿Cuál es zona más intuitiva de Andalucía?
-El
triángulo formado por Sevilla, Cádiz y Jerez. Son gente muy fina en el
sentido intelectual. Pero hay un pueblo en la provincia de Sevilla,
cuyo nombre me reservo, en donde abundan las personas poco
desarrolladas mentalmente
-¿La zona de la tristeza?
-Córdoba. Los
cordobeses, que son introvertidos, no se pueden identificar ni con los
sevillanos ni con los granadinos. Estos forman parte de la zona de la
incomunicación
árabe.
Vi muy de mañana el chalet donde vive
el doctor Rodríguez Sacristán. Está en la Avenida de la Palmera. Su
pastor alemán se encuentra atado y parece que no se siente guardián
del madrugar de sus dueños ni del mosaico que habla de él (“Cuidado con
el perro”) ni de lo que está ocurriendo en “Río Guayas” que así se
llama el chalet. El doctor cierra la puerta y en veinte minutos
llegará a la Facultad de Medicina escuchando a Mozart.